




Esta vez íbamos más ligeros, Unos 80kg de ropa, unos 60 pares de calzado, material escolar y varios kg de ingredientes básicos ( sal, azucar, arroz, pasta, té, harina...)
Buscábamos un campamento de nómadas, en su largo camino a Mauritania. Árdua tarea con nuestra furgo. En medio del desierto de Sahara, fuera de pistas, pero ya casi en el ocaso, cuando empezabamos a desesperar...dimos con ellos.
Varias familias, un bebé de 3 dias, atadito como un fardo, y con marcas tribales de carbón en la frente, un nutrido grupo de niños corriendo libres junto a un puñadito de cabritas.
Varios plásticos a modo de techumbre, ay si el lobo del cuento soplara... un par de fardos como muestra limitada de todas sus pertenencias, y una sonrisa dibujada en la cara.
Viven del pastoreo y de sus cabritas que nos acogen asustadas con sus cantos no muy armónicos, los niños al principio nos miran asustados, poco a poco trotan a nuestro alrededor.
Necesitan de todo, pero no piden nada. Cuando ven el calzado, les cambia la cara. Resulta tan caro para ellos, y sin embargo tan necesario.... Les probamos los zapatos, uno a uno. Durarán lo que duren, será poco, será mucho, eso ahora no importa. A veces dudamos, no sabemos si está bien hecho, pero ese momento es tan especial para todos. Aquellos que vimos otros años, en otros viajes nos recuerdan, nuestra cara, nuestros nombres, las ropas que llevabámos, cómo íbamos peinados ( hasta recuerdan que no me peino mucho ;) ) pero si hace un año!!!!!
Estas son 4 fotos, para ilustrar un momento, hay más, ya irán llegando, pero las caras que una vez más cambiaron, por dentro, por fuera... fueron las nuestras.
Hierven nuevos proyectos, más ambiciosos, más provechosos... os iré contando.
