Principio y final de viaje.
Chaouen, pueblo azul, callejuelas irregulares colmadas de bullicio y comercio durante el día, y silenciosas y observadoras durante la noche.
A la luz del sol, la medina, invita a la sonrisa, a la curiosidad, a rebuscar en los bazares y perderse sin miedo, a jugar a pillar y esconderse del ruido y las voces de compra, amigo, bienvenido al Corte Inglés bereber.
La noche, con sus luces doradas y reflejos lapizlázuli, incitan al tranquilidad, a hablar en susurros, soñar con misterios, mirarse a los ojos, y sentir.